Todos los profesionales sanitarios tenemos un código deontológico, de criterios y valores que aplicamos en nuestro día a día, pero también queremos hacerte llegar una serie de pautas y recomendaciones sobre hechos que, frecuentemente, te encontrarás en medios de difusión, y ante los cuales debes estar informad@ y prevenid@.
1 -Todos los dentistas deben pertenecer a un Colegio Profesional y puedes exigir que te faciliten el número de colegiado. Hay personas que se hacen pasar por dentistas sin tener la titulación oficial.
2 – Exige que sea un dentista quien diagnostique tu patología oral. Es la única persona cualificada para establecer un diagnóstico y prescribir un tratamiento.
3 – Recomendamos prestar especial atención a los tratamientos que se ofertan con un precio excesivamente bajo, porque es posible que se estén realizando con materiales de mala calidad o incluso que supongan un riesgo para la salud. Los materiales que se utilizan en Odontología son tecnológicamente muy avanzados y específicos y requieren de la calidad y durabilidad adecuadas. Está en juego la boca y por tanto la salud de los pacientes.
4 – Exige que sea un dentista y no un comercial el que te explique personalmente el tratamiento que van a hacerte desde el principio, así como su duración y las pruebas necesarias. Existe el riesgo de que en algunas consultas haya comerciales que te vayan aconsejando nuevos tratamientos y provocar así un sobretratamiento -y por tanto un gasto- innecesario.
5 – Exige que sea un dentista el que manipule personalmente las prótesis dentales en tu boca. Aunque hay otros profesionales implicados en tu tratamiento, hay determinadas prácticas que solamente puede realizar el dentista.
6 – Es importante que tu dentista te ofrezca un trato amable y cercano, y que veas en el a alguien en quien puedes depositar tu confianza y tu salud bucodental. El trato con el paciente es un aspecto fundamental en la atención bucodental, así que no dudes en preguntar e informar a tu dentista de tus dudas o temores.
7 – Exige unas medidas de higiene y esterilización básicas, no permitas que tu salud oral se trate en ínfimas condiciones. Existen unas normas de higiene obligatorias, su incumplimiento puede ocasionar problemas graves para tu salud.
8 – Lo normal es que el responsable de tu tratamiento sea siempre el mismo dentista, si no es así, puedes pedir que lo sea. En algunos casos, el cambio constante del profesional que te atiende puede suponer que no hay un equipo fijo y coordinado, una peor atención e incluso un fraude profesional.
9 – Los tratamientos gratuitos al final nunca lo son. Es importante pedir que te expliquen por adelantado cada intervención.
10 – No creas en los tratamientos garantizados de por vida, ni tus propios dientes cuentan con esa garantía. Por eso es importante acudir a una revisión al menos una vez al año.